A puro chamamé y emoción: Los Núñez celebraron sus 30 años con la música

A puro chamamé y emoción a flor de piel, la celebración de Los Núñez y sus 30 años en la música llegó de la mano de un gran encuentro compartido, el pasado 3 de septiembre en Posadas.

A sala llena, el Teatro Lirico del Parque del Conocimiento, brindó el escenario que volvió a reunir a los hermanos Juan “Pico” (en bandoneón) y Marcos “Chavito” (en guitarra) con el afecto familiar del público colmado, que acompañó esta noche de gala y fiesta, disfrutó y se emocionó en primera fila.

Luces verdes cubriendo el palco, cual espesor de selva misionera, y en el centro los agasajados, que una vez más supieron deleitar con lo que mejor saben hacer: la música con el fuelle y la guitarra.

Junto a ellos, la banda que componen con José Daniel en voz; Diego Velázquez en bajo; Leandro Gianai en piano y Fernando Solís en percusión.

Más de tres horas de espectacular fiesta para el chamamé y la música del litoral, con el repaso por la vasta trayectoria de este consagrado dúo misionero, reconocido en su tierra y en el mundo, y que movilizó los aplausos extendidos se repitieron hasta el cierre al igual que los infaltables sapucay.

Otros grandes artistas también dijeron presente como Julio e Nicolás Cáceres de “Los de Imaguaré”; Vanesa Avellaneda y, el Ballet del Parque del Conocimiento.

Pero allí, sin dudas, el invitado de lujo  fue Juan Ramón “Moncho” Núñez, padre de los hermanos y su primer maestro que supo ver y regar el indudable talento que trascendió fronteras y los consagró como referentes de la música popular litoraleña.

Así, rememorando esos inicios dorados en su Campo Viera natal, padre e hijos volvieron a compartir, con Don "Moncho" regalando lo mejor de su acordeón con "Granja San Antonio", "El Changui" y "El Toro", en lo que fue uno de los momentos de más emoción de la noche.

Broche de oro a la medida que reflejó la esencia intacta de Los Núñez en estas tres décadas de trabajo y logros, sinfín de escenarios recorridos y el gran agradecimiento y alegria por el inmenso reconocimiento ganado.